El mundo, la carne y el Diablo

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1 / 7 – La sutileza del enemigo, para alejarnos del SEÑOR
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2 / 7 – La estrategia del diablo se muestra la primera vez en Génesis 3:6
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3 / 7 – Cuando nacemos de nuevo, tenemos la oportunidad de vivir como Adam, antes de pecar
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4 / 7 – «No amar el mundo», lo que DIOS nos pide
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5 / 7 – ¿Qué es el mundo? El mundo son los sistemas del mundo para alejarnos de DIOS
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6 / 7 – No es fácil reconocer que necesitamos ayuda de DIOS, «sólo los valientes arrebatan el Reino de los Cielos»
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7 / 7 – ¿Qué es la carne? La carne es la naturaleza caída con la que nacemos, la inclinación de alejarnos de DIOS
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Batallando con el mundo y la carne, 154
La batalla en la mente, 169
La batalla con la lengua, 182
La batalla sobre los muros, 199
La batalla sobre el territorio estratégico, 208

TEXTO

¹⁵ No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. ¹⁶ Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

1 Juan 2:15-16

El tema de «batallando con el mundo y la carne» es clave en la vida cristiana, ya que describe el conflicto que los creyentes enfrentan al seguir a Cristo en un mundo caído, mientras luchan contra sus propios deseos carnales. Un estudio profundo de este tema puede abordarse desde varios ángulos: el significado de «el mundo» y «la carne», la naturaleza de la batalla espiritual, el llamado a la santidad, y cómo vencer a través del Espíritu Santo.

1. Definición del Mundo y la Carne

• El mundo: En este contexto, «el mundo» se refiere al sistema de valores, cultura y creencias que están en oposición a los principios de Dios. Se refiere a todo lo que incita a las personas a apartarse de la voluntad divina. Versículo clave:
• 1 Juan 2:15-16: «No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.»
• La carne: «La carne» se refiere a la naturaleza humana caída y sus deseos pecaminosos. Es la inclinación natural de la humanidad hacia el pecado, que contradice los deseos del Espíritu. Versículo clave:
• Gálatas 5:17: «Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.»

2. La Batalla Espiritual

Los cristianos son llamados a una vida de lucha constante contra estas influencias. La batalla contra el mundo y la carne es parte de la santificación del creyente.

• El Mundo como Enemigo:
  El mundo busca moldear a los creyentes según sus deseos y tentaciones, llevándolos lejos de Dios. Versículo clave:
• Romanos 12:2: «No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.» Ilustración: Imagina que los creyentes son como un pez nadando contra la corriente. Mientras el mundo empuja en una dirección, los cristianos deben resistir y avanzar hacia Cristo. Es un esfuerzo diario y constante.
• La Carne como Enemigo Interno:
  La carne representa una batalla más íntima, ya que se libra dentro de nosotros. Se manifiesta en deseos pecaminosos, como la ira, lujuria, envidia, y otras actitudes que distancian del carácter de Cristo. Versículo clave:
• Romanos 7:18-19: «Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.» Ilustración: La carne es como un enemigo oculto en nuestro propio corazón. Mientras que el mundo ofrece tentaciones externas, la carne trabaja desde dentro, como un sabotaje constante a nuestra voluntad de seguir a Dios.

3. Cómo Vencer al Mundo y la Carne

• Andar en el Espíritu:
  La única forma de vencer los deseos de la carne es andando en el Espíritu. Esto significa vivir bajo la guía y poder del Espíritu Santo, permitiendo que Él dirija nuestras decisiones y acciones. Versículo clave:
• Gálatas 5:16: «Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.»
• Renovar la Mente:
  Para resistir las tentaciones del mundo, es necesario renovar constantemente la mente con la Palabra de Dios. Solo a través de la verdad bíblica se puede discernir la voluntad de Dios frente a las influencias del mundo. Versículo clave:
• Efesios 4:22-24: «En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.»
• Oración y Dependencia de Dios:
  La oración es un recurso indispensable en esta batalla. Dependemos de la fuerza de Dios para resistir el pecado y caminar en santidad. Versículo clave:
• Mateo 26:41: «Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.»

4. El Ejemplo de Jesús

Jesús fue tentado por el mundo y la carne, pero nunca pecó. Su ejemplo nos muestra cómo podemos vencer.

• Tentación en el Desierto: (Mateo 4:1-11). Aquí Jesús fue tentado en tres áreas: la necesidad física (pan), el orgullo (tirarse del templo), y el poder (reinos del mundo). Sin embargo, respondió con las Escrituras, mostrando que la Palabra de Dios es nuestra mayor defensa.

Conclusión

El creyente enfrenta una batalla diaria contra el mundo y la carne. Es una lucha inevitable, pero no imposible de ganar. Dios nos ha provisto de herramientas como Su Espíritu, Su Palabra, y la oración para ayudarnos a vivir una vida victoriosa en medio de un mundo que constantemente nos presiona para alejarnos de Él. Es a través de la dependencia diaria en Cristo que podemos vencer y mantenernos firmes hasta el final.

Versículo final:

• 1 Corintios 10:13: «No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.»