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1 / 5 – Compromiso con la Doctrina de los apóstoles, la doctrina bíblica
https://youtu.be/yEFhd6dAK_A
2 / 5 – El propósito de asistir a una iglesia, es «escuchar la Palabra»
https://youtu.be/yTjLY9iczUM
3 / 5 -Cuando aprendemos de La Palabra, aprendemos a la forma que los problemas se resuelvan
https://youtu.be/VdRBFCscnY8
4 / 5 – En la iglesia aprendemos a compartir, así lo aprendemos de la Iglesia primitiva
https://youtu.be/d6yey_-SFOI
5 / 5 – Es el SEÑOR quien mueve los corazones, nuestra labor es proclamar SU Palabra
https://youtu.be/1rqTKKxn2Go
Una iglesia centrada en el evangelio se caracteriza por su compromiso con la enseñanza bíblica, su comunión genuina, su participación en la Cena del Señor, su vida de oración y su generosidad en servir al prójimo.
El pasaje de Hechos capítulo 2:42-47 nos muestra un poderoso ejemplo de cómo la unidad y la comunidad entre los primeros creyentes fortaleció su vida espiritual y el crecimiento de la iglesia.
Estos versículos destacan varias prácticas clave que pueden ser la base para retomar el rumbo y edificar la comunidad tanto dentro de la iglesia como en las familias.
El pasaje de Hechos 2:42-47 nos muestra un poderoso ejemplo de cómo la unidad y la comunidad entre los primeros creyentes fortaleció su vida espiritual y el crecimiento de la iglesia. Estos versículos destacan varias prácticas clave que pueden ser la base para retomar el rumbo y edificar la comunidad tanto dentro de la iglesia como en las familias.
- Compromiso con la enseñanza y el discipulado (v.42): Los primeros cristianos «perseveraban en la doctrina de los apóstoles». Esto indica un compromiso con el aprendizaje y el crecimiento espiritual. Retomar el rumbo implica volver a los fundamentos bíblicos y asegurarse de que la enseñanza de la Palabra sea el centro de nuestras vidas.
- Unidad en la comunión (v.42): La iglesia no solo se reunía para aprender, sino que también «perseveraban en la comunión». Es decir, se apoyaban mutuamente, compartiendo tiempo y experiencias. La unidad fortalece a las familias y a la iglesia, creando un ambiente donde cada miembro puede sentirse parte del cuerpo de Cristo.
- Compasión y generosidad (v.44-45): Los primeros creyentes «tenían en común todas las cosas», y vendían sus propiedades para compartir con aquellos que lo necesitaban. El acto de compartir recursos es fundamental para una comunidad sólida. Al servir al prójimo, reflejamos el amor de Cristo. Esto es crucial no solo para la iglesia, sino también para las familias, ya que fomenta el apoyo mutuo y el servicio desinteresado.
- Adoración y gratitud (v.46-47): Se reunían con un corazón sincero «alabando a Dios» diariamente. La adoración comunitaria y la gratitud son esenciales para mantener el enfoque correcto en Dios y Su provisión. Cuando la familia y la iglesia se unen para adorar, se fomenta un espíritu de unidad y renovación.
En conclusión, retomar el rumbo implica fortalecer la comunidad a través de la enseñanza, la comunión, la generosidad y la adoración. Estas prácticas no solo edificarán a la iglesia, sino también a las familias, creando un ambiente de apoyo y crecimiento espiritual. Como líderes y miembros del cuerpo de Cristo, es nuestra responsabilidad guiarnos y edificarnos mutuamente, siguiendo el ejemplo de los primeros creyentes en Hechos.
1. Compromiso con la Enseñanza de la Palabra de Dios
Hechos 2:42: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles…”
Sustento Bíblico:
El primer rasgo de una iglesia centrada en el evangelio es su compromiso con la enseñanza fiel de la Palabra de Dios. Los primeros creyentes perseveraban en aprender y aplicar lo que los apóstoles enseñaban, es decir, el evangelio de Jesucristo. La Biblia es la autoridad suprema en una iglesia que busca honrar a Dios, y es a través de la Escritura que entendemos Su plan redentor.
Ilustración Práctica:
Una iglesia que se centra en el evangelio no se desvía a modas o filosofías humanas, sino que se adhiere a la sana doctrina. Esto se ve en congregaciones que priorizan la predicación expositiva de la Biblia y el estudio en grupos pequeños o discipulados, donde se estudia la Palabra y se aplica a la vida diaria.
Aplicación:
¿Tu iglesia fomenta un hambre por la Palabra de Dios? ¿Están comprometidos con aprender y vivir según el evangelio? Los miembros deben ser alentados a estudiar la Biblia en profundidad, en la congregación y en sus hogares.
2. Comunión y Unidad Genuina
Hechos 2:42: “…en la comunión unos con otros…”
Sustento Bíblico:
La segunda prueba es la comunión genuina entre los creyentes. En Hechos, vemos a una iglesia que no solo se reunía para escuchar enseñanza, sino que compartía sus vidas. La palabra griega koinonía sugiere una profunda unidad y compañerismo, donde los cristianos estaban involucrados activamente en el bienestar de los demás.
Ilustración Práctica:
En una iglesia centrada en el evangelio, no se trata solo de estar presentes en la misma sala los domingos. Se trata de orar unos por otros, celebrar victorias y llorar en las derrotas, y ayudarse en las necesidades. Un ejemplo práctico es cuando una iglesia organiza comidas comunitarias, ayuda a los miembros con problemas financieros, o apoya a familias en momentos difíciles.
Aplicación:
¿Existen oportunidades para el compañerismo genuino en tu iglesia? Fomentar la amistad y el apoyo mutuo entre los miembros es clave para una comunidad unida en Cristo.
3. Participación en la Cena del Señor
Hechos 2:42: “…en el partimiento del pan…”
Sustento Bíblico:
El partimiento del pan en este pasaje probablemente se refiere tanto a la Cena del Señor como a las comidas que compartían. La participación en la Cena del Señor es una práctica central en una iglesia centrada en el evangelio porque apunta directamente a la obra redentora de Cristo en la cruz.
Ilustración Práctica:
Celebrar la Cena del Señor regularmente recuerda a la congregación el sacrificio de Cristo y reafirma su identidad como un pueblo redimido. Es un tiempo para reflexionar sobre el evangelio, arrepentirse de los pecados y renovar el compromiso con Cristo.
Aplicación:
¿Tu iglesia participa regularmente de la Cena del Señor? Este acto debe ser central en la vida de la iglesia, sirviendo como un recordatorio constante del evangelio.
4. Oración como un Pilar Fundamental
Hechos 2:42: “…y en las oraciones.”
Sustento Bíblico:
Otra señal de una iglesia centrada en el evangelio es su dependencia constante de la oración. Los primeros cristianos no solo oraban individualmente, sino que también oraban juntos como comunidad, demostrando su dependencia de Dios para todas sus necesidades y dirección.
Ilustración Práctica:
Las iglesias centradas en el evangelio dan prioridad a la oración en todas sus reuniones. Un ejemplo es una iglesia que comienza cada actividad con oración, ya sea una reunión de líderes, un culto dominical o incluso eventos sociales. También se ve en congregaciones que organizan vigilias de oración o redes de oración entre sus miembros.
Aplicación:
¿Tu iglesia es una iglesia de oración? Asegúrate de que la oración esté presente no solo en los servicios formales, sino también en la vida diaria de los creyentes.
5. Generosidad y Servicio al Prójimo
Hechos 2:44-45: “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y los repartían a todos según la necesidad de cada uno.”
Sustento Bíblico:
El último rasgo de una iglesia centrada en el evangelio es su generosidad. Los creyentes en Jerusalén compartían sus recursos con los necesitados, mostrando su amor práctico y su compromiso con el bienestar del cuerpo de Cristo.
Ilustración Práctica:
Una iglesia centrada en el evangelio organiza ministerios que atienden las necesidades de la comunidad, tanto dentro como fuera de la iglesia. Esto puede incluir la creación de un fondo de benevolencia para ayudar a los necesitados, la realización de campañas de recolección de alimentos o ropa, o el apoyo a misiones locales e internacionales.
Aplicación:
¿Tu iglesia está comprometida con la generosidad? El evangelio transforma corazones, y una de las maneras más visibles de esta transformación es la disposición a dar y servir a otros sin esperar nada a cambio.
Conclusión:
Una iglesia centrada en el evangelio se caracteriza por su compromiso con la enseñanza bíblica, su comunión genuina, su participación en la Cena del Señor, su vida de oración y su generosidad en servir al prójimo. Hechos 2:42-47 nos ofrece un modelo para evaluar nuestra iglesia y nuestras vidas individuales. ¿Estamos reflejando estas cinco pruebas? Si es así, estaremos en el camino correcto hacia una comunidad que honra y proclama el evangelio de Jesucristo.