Hoy veremos que tenemos un mandato, no una sugerencia. Un mandato que viene de la máxima Autoridad, que nos llama a una Acción específica (hacer seguidores comprometidos de Jesús), y que viene con la Seguridad de su presencia constante.
Esta es nuestra identidad. Somos discípulos que hacen discípulos. Y en Mateo 28:18-20, Jesús te enseña a:
Comprender la autoridad y el alcance del mandato de Jesús en la Gran Comisión.
Definir el discipulado como un proceso de seguimiento voluntario y comprometido que lleva a un cambio de vida.
Asumir que cumplir esta tarea es la misión central de la iglesia local y una responsabilidad personal.

Plan de Discipulado: «Llamados a Caminar Juntos» (6 Semanas)
Semana 1: Nuestro Primer Llamado: La Gran Comisión
Texto Principal: Mateo 28:18-20 (RVR1960)
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Idea Central: La Gran Comisión no es una sugerencia, sino el mandato que da identidad y propósito a cada creyente y a la iglesia local. Somos llamados a ser seguidores comprometidos de Jesús que, por obediencia y amor, ayudan a otros a seguirle también.
Objetivos de la Semana:
- Comprender la autoridad y el alcance del mandato de Jesús en la Gran Comisión.
- Definir el discipulado como un proceso de seguimiento voluntario y comprometido que lleva a un cambio de vida.
- Asumir que cumplir esta tarea es la misión central de la iglesia local y una responsabilidad personal.
Estructura de la Reunión de Discipulado
(1) Bienvenida y Oración Inicial (5 minutos)
- Comenzar con una bienvenida cálida. Si es un grupo nuevo, una breve ronda de presentaciones.
- Iniciar con una oración pidiendo al Espíritu Santo que abra el entendimiento de todos a la Palabra de Dios y que dirija el tiempo de estudio.
(2) Introducción: Las Últimas Palabras (10 minutos)
- Ilustración Rural: “Imaginen por un momento a un padre de familia, un hombre que ha trabajado la tierra toda su vida y ha construido con esfuerzo un rancho o una finca para su familia. En su lecho de muerte, llama a sus hijos. No les va a hablar del clima o del precio del ganado. Les va a dar sus instrucciones más importantes, su legado: ‘Hijo, cuida esta tierra, no la vendas. Cuida a tu madre y a tus hermanos. Sigue trabajando como te enseñé’. Esas últimas palabras tienen un peso enorme, ¿verdad? Son un mandato sagrado, una herencia.”
- Conexión con el Texto: “El pasaje que vamos a estudiar hoy, Mateo 28, contiene las últimas palabras de Jesús a sus discípulos antes de ascender al cielo. No son una sugerencia, son Su mandato final, Su legado para nosotros, la iglesia. Esta es la razón de ser de nuestra fe en acción. Escuchemos con atención lo que el Rey del universo nos encargó.”
(3) Estudio del Pasaje: Desglosando la Gran Comisión (25 minutos)
Se sugiere leer el pasaje completo (Mateo 28:18-20) y luego analizarlo en tres partes.
Parte A: La AUTORIDAD para la Misión (v. 18)
- Lectura: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.”
- Explicación Bautista: La misión no nace de nuestra capacidad, sino de la autoridad suprema de Cristo. «Potestad» (en griego, exousia) significa todo el poder y el derecho para gobernar. Porque Él venció a la muerte y es Rey soberano, tiene el derecho de enviar a sus siervos. No vamos en nuestro propio nombre, sino como embajadores del Rey (2 Corintios 5:20).
- Ilustración Rural: “Esto es como si el dueño de la hacienda más grande de la región te envía a uno de sus campos lejanos con una orden. Nadie te puede impedir el paso ni cuestionar tu tarea, porque no vas por tu cuenta, vas con el respaldo y la autoridad del patrón. Cuando hablamos de Cristo, no estamos compartiendo una opinión; estamos proclamando un decreto del Rey del cielo y de la tierra. Eso nos debe dar una gran confianza.”
Parte B: La ACCIÓN de la Misión (v. 19-20a)
- Lectura: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…”
- Explicación Bautista:
- “Id”: Es un llamado a la acción. No es esperar pasivamente. Nuestras «naciones» (en griego, ethne) empiezan aquí mismo: nuestra familia, nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo en el campo o en el pueblo.
- “Haced discípulos”: Este es el verbo principal. No dice «haced creyentes» o «haced convertidos». Un discípulo es un aprendiz, un seguidor, alguien que se compromete voluntariamente a un cambio de vida para ser como su Maestro. Discipular es, sencillamente, ayudar a otra persona a seguir a Jesús de manera integral.
- “Bautizándolos”: Es el primer acto de obediencia y testimonio público. Es la forma en que un nuevo creyente se identifica con la muerte y resurrección de Cristo (Romanos 6:3-4) y se integra formalmente en el cuerpo visible de Cristo, la iglesia local.
- “Enseñándoles que guarden”: No es solo transmitir información, es enseñar para la obediencia. Un cambio de vida real. No es una clase, es un acompañamiento.
- Ilustración Rural: “Hacer un discípulo es como enseñar a un joven a ser un buen agricultor.
- Ir es llevarlo al campo.
- Bautizarlo es como el acto de sembrar la semilla en la tierra preparada. Es el comienzo visible.
- Enseñarle que guarde es todo lo que viene después: enseñarle a regar, a quitar la mala hierba, a proteger la planta de las plagas, a tener paciencia hasta la cosecha. No lo dejas solo después de sembrar. Te quedas con él, trabajas a su lado, le enseñas con tu propio ejemplo hasta que esa planta crece fuerte y da fruto por sí misma. Eso es discipular.”
Parte C: La SEGURIDAD en la Misión (v. 20b)
- Lectura: “…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
- Explicación Bautista: Jesús no nos da un mandato imposible para luego abandonarnos. Su autoridad nos envía y su presencia nos sostiene. Esta es la promesa que nos da el valor para obedecer. No estamos solos en esta tarea. El Señor mismo está presente a través de su Espíritu Santo en cada conversación, en cada oración, en cada paso de obediencia.
- Ilustración Rural: “Es como un padre que le enseña a su hijo a cruzar un arroyo sobre un tronco resbaladizo. El padre no se queda en la orilla gritando ‘¡Ten cuidado!’. No, él cruza al lado del niño, le da la mano y le dice: ‘No te preocupes, estoy aquí contigo, no te dejaré caer’. La presencia del padre le da al niño la confianza para hacer algo que le daría miedo hacer solo. Así es Jesús con nosotros.”
(4) Discusión y Aplicación (15 minutos)
- Pida al grupo que reflexione y comparta (en parejas o en el grupo grande).
- Al pensar que vamos con «toda la autoridad» de Cristo, ¿cómo cambia eso nuestro temor o duda para hablar de Él?
- Según lo que vimos, ¿cuál es la diferencia entre «convertir a alguien» y «hacer un discípulo»? ¿Por qué es importante esa diferencia?
- La misión es para «todas las naciones». ¿Quiénes son las «naciones» en tu vida diaria? (Menciona nombres si te sientes cómodo).
- El mandato es claro: el discipulado es el trabajo de la iglesia. ¿Cómo podemos, como iglesia aquí reunida, empezar a ser más intencionales en esto?
(5) Cierre y Oración Final (5 minutos)
- Resumen: “Hoy hemos visto que tenemos un mandato, no una sugerencia. Un mandato que viene de la máxima Autoridad, que nos llama a una Acción específica (hacer seguidores comprometidos de Jesús), y que viene con la Seguridad de su presencia constante. Esta es nuestra identidad. Somos discípulos que hacen discípulos.”
- Desafío de la semana:
- Personal: Lee Mateo 28:18-20 cada día de esta semana. Pídele a Dios que te muestre a UNA persona de tus «naciones» por la cual puedas empezar a orar específicamente.
- En Grupo: Comprométanse a orar los unos por los otros durante la semana para que Dios les dé valentía y una oportunidad para iniciar una conversación espiritual.
- Oración final: Terminar orando por los desafíos, pidiendo a Dios que encienda en cada corazón un amor por las almas y una pasión por obedecer la Gran Comisión, empezando en su propia casa y comunidad.
Serie de Discipulado: «Llamados a Caminar Juntos»
Tema 1 de 6: El Discipulado es Relacional
Título del Mensaje: «El Primer Llamado: Estar con Él»
Texto Principal: Marcos 3:14 – “Y estableció a doce, para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar”.
Idea Central: El discipulado cristiano no comienza con un programa o una lista de tareas, sino con una relación personal y cercana: primero con Jesús, y luego con aquellos a quienes discipulamos.
Estructura del Mensaje / Estudio Bíblico
(Introducción)
Hermanos, ¿alguno de ustedes ha intentado alguna vez enseñarle a un hijo o a un nieto a sembrar? ¿O quizás a arreglar una cerca o a cuidar del ganado? Uno no le entrega un manual y le dice: «Léelo y nos vemos en la cosecha». ¡No! Uno se agacha con él, le muestra cómo tomar la semilla, cómo hacer el surco en la tierra con el dedo. Uno trabaja a su lado, bajo el mismo sol, ensuciándose las manos juntos. Le muestras, no solo le dices.
De la misma manera, Dios nos enseña que la vida cristiana no se aprende a distancia. Se aprende caminando juntos. Hoy comenzamos una serie sobre el discipulado, y el fundamento de todo es lo que vamos a ver en la Palabra de Dios: El discipulado es, ante todo, una relación.
Leamos nuestro texto base en Marcos 3:14: “Y estableció a doce, para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar”. Noten el orden. Es clave. Antes de «enviarlos a hacer», el primer llamado fue «estar con Él».
Punto 1: El Modelo de Jesús: La Prioridad es la Convivencia (Marcos 3:14)
- Argumento Bíblico: El plan de Jesús no fue crear una escuela a distancia. Su método fue la vida compartida. El texto es claro:
- «Estableció a doce«: Fue un acto deliberado, intencional. No fue casualidad. Jesús escogió a su grupo.
- «Para que estuvieran con Él«: Esta era la primera y más importante razón. Comían juntos (Marcos 2:15-16), viajaban juntos, enfrentaban tormentas juntos (Marcos 4:37-38), veían sus milagros de cerca. Ellos no solo oían sus sermones, sino que veían cómo trataba a los niños, cómo respondía a sus críticos y cómo oraba a solas.
- «Y para enviarlos a predicar«: El servicio, la misión, el «hacer», era una consecuencia directa de «estar con Él». No se puede dar lo que no se ha recibido.
- Ilustración Rural: Pensemos en un pastor y sus ovejas. Un buen pastor no dirige a su rebaño con un megáfono desde la casa. Él vive con ellas. Las guía a buenos pastos, las protege del peligro, conoce a cada una. Como dice Jesús en Juan 10:27: «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen». Ellas conocen su voz porque pasan tiempo con él. Nuestra primera tarea como discípulos es aprender a reconocer la voz del Buen Pastor pasando tiempo con Él, en su Palabra y en oración.
Punto 2: La Relación Transforma: Estar con Él para Ser como Él (Hechos 4:13)
- Argumento Bíblico: El tiempo que los discípulos pasaron con Jesús los cambió radicalmente. No fue solo acumular información; fue una transformación del carácter.
- Miremos a Pedro. Un pescador impulsivo que negó a Jesús. Pero después de estar con el Cristo resucitado, se convirtió en un predicador valiente.
- El mejor versículo para esto es Hechos 4:13: “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús”. La gente no decía «cuánto saben de la ley», sino que la evidencia era innegable: «estos hombres han estado con Jesús». Su valentía, su forma de hablar, su poder… todo apuntaba a su relación con el Maestro.
- Ilustración Rural: Esto es como un injerto en un árbol. Si tenemos un árbol de limón agrio, un árbol silvestre, y queremos que dé limones buenos, tomamos una vara de un buen limonero y la injertamos en el tronco. La vida del buen tronco (la savia) comienza a fluir hacia la vara injertada, y esa vara, que antes no servía, comienza a dar fruto bueno. Nosotros somos esa vara silvestre. Al estar «injertados» en Cristo (Romanos 11:17-24), Su vida fluye en nosotros y nos transforma, para que demos el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23). La cercanía con Él nos cambia desde adentro.
Punto 3: La Relación se Extiende: Estar con Otros para Discipular (1 Tesalonicenses 2:8)
- Argumento Bíblico: Si el método de Jesús fue la relación, nuestro método para discipular a otros debe ser el mismo. No se trata solo de predicarles, sino de abrirles nuestras vidas.
- El apóstol Pablo entendió esto perfectamente. Le dijo a la iglesia de Tesalónica: “Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos” (1 Tesalonicenses 2:8). Pablo no solo les dio un mensaje; les dio su vida. Compartió sus luchas, su trabajo, su corazón.
- Proverbios 27:17 dice: “Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo”. Este «afilarse» no ocurre en una reunión de una hora a la semana. Ocurre en la vida real, en la conversación honesta, en el apoyo mutuo, en la corrección amorosa que solo una relación cercana permite.
- Ilustración Rural: Es como enseñar a un joven a arar la tierra con una yunta de bueyes. No se puede aprender mirando desde la orilla del campo. Hay que ponerle la mano en el arado, caminar junto a él en el surco, enseñarle a guiar a los animales, a sentir la resistencia de la tierra. A veces el surco saldrá torcido, pero tú estás ahí para corregir y animar. Discipular es caminar junto a alguien en el campo de la vida, enseñándole a «arar derecho» para el Señor.
Conclusión y Llamado a la Acción
Hermanos, el discipulado no es complicado, pero sí es intencional. Comienza con la decisión de «estar con Jesús» cada día. Y se extiende a la decisión de «estar con otros».
Quizás has pensado que para discipular necesitabas ser un gran teólogo o un maestro experto. La Biblia hoy nos enseña que lo primero que necesitas es un corazón dispuesto a compartir tu vida, así como Cristo compartió la suya.
Desafío para esta semana:
- Relación con Dios: Separa 15 minutos cada día esta semana con un propósito: «estar con Jesús». Lee un capítulo del evangelio de Juan, habla con Él como un amigo y escucha en silencio. No le pidas nada, solo quédate con Él.
- Relación con Otros: Ora y pídele a Dios que te muestre a UNA persona en tu círculo (un familiar, un vecino, un hermano nuevo en la fe) con quien puedas empezar a «estar». El primer paso es simple: invítale un café o un mate, ayúdale en una tarea del campo o del hogar, pregúntale cómo está su corazón. Inicia una relación con un propósito espiritual.
El llamado no es a un programa, sino a una persona: Jesús. Y desde esa relación, somos llamados a caminar junto a otros. Que el Señor nos dé la gracia para ser discípulos que hacen discípulos, no a la distancia, sino de cerca, compartiendo la vida. Amén.
Perfecto. Voy a preparar un plan de discipulado de 6 semanas con enfoque bautista, partiendo de Mateo 28:19–20, enfocado en una audiencia adulta con trasfondo religioso pero sin compromiso cristiano real. Incluirá fundamentos bíblicos (casos del AT y NT), dinámicas relacionales como el acompañamiento y el ejemplo, y principios como los de Mark Dever para formar discípulos convencidos y comprometidos. Te avisaré en cuanto tenga el plan listo.
Plan de Discipulado (6 semanas)
Semana 1: La Gran Comisión y la identidad del discípulo. Empezamos con el mandato de Jesús: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones…”. Aquí definimos discipular como “ayudar a otros a seguir a Jesús”, enfatizando que el discipulado nace de la obediencia a Cristo y el amor fraternal. Subrayamos que esto se hace dentro de la iglesia local: «las iglesias cumplen la Gran Comisión, y discipular es el trabajo de las iglesias».
- Objetivos: Conocer la Gran Comisión (Mt 28:19-20) y la definición bíblica de discipulado.
- Actividades: Lectura del pasaje (Mt 28:18-20), discusión en grupo sobre qué significa hacer discípulos “de todas las naciones”, y oración inicial pidiendo dirección.
Semana 2: Palabra y oración en el discipulado. Se enseña que todo discipulado debe estar fundamentado en la Palabra de Dios y la oración. Como dice Dever: “en tus relaciones de discipulado, utiliza la Biblia. Pasa tiempo en la Palabra”, pues “la fe viene por el oír la Palabra”. También se resalta la importancia de la oración constante: “Pablo nos dice: ‘Orad sin cesar’” (1 Ts 5:17) al orar por quienes discipulamos.
- Objetivos: Fomentar hábitos de estudio bíblico y oración personal/grupal.
- Actividades: Pequeños grupos de estudio de un pasaje bíblico clave (por ejemplo, Juan 15 sobre permanecer en Cristo), testimonios de cómo la oración ha fortalecido la fe, y asignación de lectura diaria de la Biblia.
Semana 3: Amor fraternal y comunidad de iglesia. Se enfatiza el valor de la comunidad cristiana. Siguiendo el modelo de Jesús, “nuestro discipulado será evidente… en la medida en que amemos a los demás de la forma en que Él lo mostró” (Jn 13:34-35). También recordamos que los creyentes han de estar juntos para aprender unos de otros: “discípular significa… enseñamos unos a otros… haciendo un bien espiritual”. Se anima a la membresía activa: compañeros que corrigen, animan y acompañan en el caminar diario.
- Objetivos: Cultivar la unidad y el amor mutuo (comunión, perdón, servicio entre hermanos).
- Actividades: Cenar juntos en hogares, practicar el consejo bíblico (p. ej. orando unos por otros), y elegir parejas de rendición de cuentas que se apoyen en su crecimiento espiritual.
Semana 4: Evangelismo relacional y alcance a los vecinos. Partiendo de la promesa a Abraham (Gálatas 3:8) de que “en ti serán benditas todas las naciones” y la orden de Jesús de llevar el evangelio a cada pueblo, se motiva a la iglesia a compartir su fe naturalmente en su ambiente. Aprenden que discipular incluye testimonio de vida concreta: “dejando una marca indeleble del Cristo vivo a través de nuestra conducta observable, servicio ejemplar y amor sacrificial”.
- Objetivos: Entender que el discipulado también es alcanzar a los inconversos con amor (familiares, vecinos, compañeros).
- Actividades: Taller práctico de “presentación de nuestro Salvador con el padrenuestro/evangelio”, agenda de visitas amables a vecinos necesitados, y roles de invitación a la iglesia. Se enfatiza hacer discípulos sin presionar, sino con respeto y amistad sincera.
Semana 5: Servicio cristiano y testimonio práctico. Se enseña que discipular incluye acciones concretas de servicio: “hacer deliberadamente un bien espiritual para ayudarles a seguir a Cristo”. Se anima a los creyentes a vivir de manera coherente: servir a los demás, aconsejar con la Palabra, y modelar humildad (como Cristo). El servicio aquí es evidenciar fe en obras (Santiago 2:14-18).
- Objetivos: Motivar actitudes de ayuda, cooperación y hospitalidad (cuidado de enfermos, ancianos, proyectos comunitarios) como extensión del discipulado.
- Actividades: Planear un proyecto práctico (recolección de alimentos, voluntariado, etc.), y compartir experiencias sobre cómo el servir nos convierte en testimonios vivientes del evangelio.
Semana 6: Multiplicación y compromiso voluntario. El cierre se orienta hacia la multiplicación de discípulos. Se instruye que cada creyente debe capacitar a otros: “Discipular es… enseñar, corregir, ser un modelo, humillarnos… aconsejando e influenciando”. Se anima al grupo a evaluar dones y asumir roles en la iglesia con voluntariedad, no por miedo ni obligación. El compromiso genuino nace de la convicción de servir a Dios con gozo (2 Cor. 9:7). Se refuerza que el liderazgo y discipulado se extienden: todo discípulo sano entrena a otro (ej. 2 Ti. 2:2).
- Objetivos: Inspirar vocación de liderazgo y encaminar discípulos nuevos.
- Actividades: Identificar y orar por posibles futuros líderes; capacitación en evangelización; establecer grupos pequeños de discipulado continuado para los participantes (de modo que cada uno discipule a otro).
Fuentes: Este plan se basa en la enseñanza bíblica del Nuevo Testamento (p. ej. Gran Comisión en Mt 28:19-20) y en principios de discipulado cristiano destacados por autores bautistas como Mark Dever. El énfasis está en formar discípulos convencidos y obedientes (no fanáticos), edificados en la Palabra y el amor mutuo, según el modelo de la iglesia bíblica. Cada semana incluye referencias bíblicas y dinámicas para aplicar lo aprendido.
🛤 Serie revisada: “Discipulado que transforma: Tiempo, Amistad y Ejemplo”
Meta general: Formar discípulos de Cristo a través de relaciones personales, tiempo compartido, servicio mutuo y enseñanza viva.
Versículo lema: 1 Tesalonicenses 2:8
“Tan grande es nuestro afecto por ustedes que hubiéramos querido entregarles no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, porque llegaron a sernos muy queridos.”
📅 Semana 1 – El Discipulado es Relacional
Texto: Marcos 3:14 – “Estableció a doce, para que estuvieran con Él…”
Enseñanza: Jesús llamó a sus discípulos para estar con Él antes de enviarlos.
Enfoque práctico: Comienza a compartir tiempo real con un amigo, vecino o familiar: escucha, ora, toma café juntos.
Meta: Iniciar una relación con propósito espiritual.
📅 Semana 2 – Amar es la Base del Discipulado
Texto: Juan 13:34-35
Enseñanza: El amor genuino entre creyentes es la marca de Cristo.
Enfoque práctico: Sirve a alguien esta semana: una visita, llevar comida, cuidar a alguien, escuchar con atención.
Meta: Ganar el corazón antes que impartir la doctrina.
📅 Semana 3 – Enseñar con el Ejemplo
Texto: Filipenses 3:17; 1 Corintios 11:1
Enseñanza: No se forma a otros solo con palabras, sino con vida visible.
Enfoque práctico: Invita a alguien a ver cómo vives tu fe: en el trabajo, en casa, en la iglesia.
Meta: Mostrar cómo se vive la Palabra día a día.
📅 Semana 4 – Acompañar en el Camino
Texto: Lucas 24:13-32 (camino a Emaús)
Enseñanza: Jesús caminó con ellos, les explicó la Escritura y se reveló en el partir el pan.
Enfoque práctico: Dedica tiempo a caminar con alguien en su proceso espiritual: acompáñalo a orar, estudiar, tomar decisiones.
Meta: Hacer del discipulado una caminata compartida, no una cátedra.
📅 Semana 5 – Discipular en el Contexto Familiar y Vecinal
Texto: Hechos 16:32-34; Deuteronomio 6:6-7
Enseñanza: El discipulado comienza en casa y se extiende al vecindario.
Enfoque práctico: Invita a leer un versículo en casa, ora con tus hijos o padres, haz una cena con propósito espiritual.
Meta: Redimir el hogar como espacio de formación espiritual.
📅 Semana 6 – Perseverancia: Discipular es un proceso largo
Texto: 2 Timoteo 3:10-17
Enseñanza: Pablo invirtió años en Timoteo. No se trata de velocidad, sino de formación constante.
Enfoque práctico: Comprométete a largo plazo con alguien. Acompáñalo incluso si tropieza.
Meta: Hacer del discipulado una cultura, no una campaña.
🛠 Sugerencias prácticas para la iglesia:
- Crea parejas o tríos discipuladores.
- Capacita a personas para discipular con naturalidad (sin presión).
- Anima a usar la mesa de casa como lugar de discipulado.
- Promueve un lema: «Haz un amigo, ora con él, camina con él, enséñale la Palabra.»
- Documenta historias reales de discipulado transformador y compártelas.