La naturaleza humana siempre busca ayudarle a Dios, mientras que la naturaleza espiritual espera en Él. En la iglesia y en la vida cristiana, muchos quieren “producir fruto” con métodos humanos. Pero el verdadero fruto nace del Espíritu, no del esfuerzo carnal.
No puede haber paz entre la carne y el Espíritu; una debe gobernar sobre la otra. Cuando un creyente decide vivir en obediencia, su propia carne se rebela. Quiere seguir los viejos deseos, las viejas costumbres, o el orgullo de sentirse “suficiente”.
El creyente debe desalojar de su vida lo que alimenta la carne: orgullo, autosuficiencia, legalismo, hábitos del viejo hombre. Dios no puede obrar plenamente en una vida donde aún gobierna el viejo sistema. Hay que “echar fuera” lo que compite con el Espíritu: la incredulidad, el control humano, el pecado encubierto.

Pablo, en Gálatas, toma este episodio no solo como historia, sino como enseñanza doctrinal sobre la gracia versus la ley, la carne versus el Espíritu, y la vida según la promesa versus el esfuerzo humano.
Veamos un análisis completo paso a paso:
📖 Texto base: Génesis 21:9–21
Contexto:
Sara observa que Ismael (hijo de Agar) “se burlaba” de Isaac (el hijo de la promesa). Su reacción —pedir a Abraham que los eche fuera— parece dura, pero Dios confirma que ese acto tiene una dimensión espiritual más profunda.
🔹 1. Las dos mujeres: Dos maneras de intentar alcanzar la bendición
📜 Génesis 16:1–4; 21:9–10 / Gálatas 4:22–23
“Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. Pero el de la esclava nació según la carne, mas el de la libre por la promesa.”
Análisis:
- Agar (la esclava) representa el intento humano de cumplir las promesas divinas con recursos propios —el esfuerzo, la razón, la carne.
- Sara (la libre) representa la fe en la gracia de Dios que obra por su poder, no por mérito humano.
Principio espiritual:
La naturaleza humana (carne) siempre busca ayudarle a Dios, mientras que la naturaleza espiritual espera en Él.
Aplicación contemporánea:
En la iglesia y en la vida cristiana, muchos quieren “producir fruto” con métodos humanos (programas, emociones, estrategias sin oración). Pero el verdadero fruto nace del Espíritu, no del esfuerzo carnal.
Ejemplo rural:
Un árbol forzado con químicos crece rápido, pero no da fruto duradero. El que crece naturalmente con cuidado y tiempo, da fruto sano.
🔹 2. El conflicto inevitable entre la carne y el Espíritu
📜 Génesis 21:9 / Gálatas 4:29
“Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.”
Análisis:
- Ismael “se burlaba” de Isaac (Gn 21:9); es la manifestación del resentimiento de la carne hacia lo espiritual.
- En la vida del creyente, la carne (vieja naturaleza) siempre se opone al Espíritu (nueva naturaleza).
Principio espiritual:
No puede haber paz entre la carne y el Espíritu; una debe gobernar sobre la otra.
Aplicación contemporánea:
Cuando un creyente decide vivir en obediencia, su propia carne se rebela. Quiere seguir los viejos deseos, las viejas costumbres, o el orgullo de sentirse “suficiente”.
Por eso Pablo dice: “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gá 5:16).
Ejemplo:
El creyente que antes confiaba en su esfuerzo o en la tradición, y ahora confía solo en Cristo, experimenta burlas o resistencia incluso dentro de la religión. Es el conflicto Ismael–Isaac en acción.
🔹 3. La separación necesaria: “Echa fuera a la esclava y a su hijo”
📜 Génesis 21:10 / Gálatas 4:30
“Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.”
Análisis:
- Sara exige la separación no por venganza, sino porque los dos sistemas no pueden convivir.
- Pablo usa esto para enseñar que la ley y la gracia no se mezclan, ni la carne y el Espíritu pueden gobernar juntos.
Principio espiritual:
El creyente debe desalojar de su vida todo aquello que alimenta la carne —orgullo, autosuficiencia, legalismo, hábitos del viejo hombre— para que reine la nueva naturaleza.
Aplicación contemporánea:
Dios no puede obrar plenamente en una vida donde aún gobierna el viejo sistema. Hay que “echar fuera” lo que compite con el Espíritu: la incredulidad, el control humano, el pecado encubierto.
Ejemplo:
Un terreno no puede producir buena cosecha si las malas hierbas no se arrancan. La carne debe ser desarraigada para que el Espíritu fructifique.
🔹 4. Dios no abandona a los que están fuera, pero cambia su propósito
📜 Génesis 21:13–21
“Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente.”
Análisis:
- Aunque Ismael representa la carne, Dios sigue mostrando compasión: le da agua, le promete descendencia.
- Esto enseña que Dios es justo y misericordioso incluso con los que no son parte del pacto espiritual.
Principio espiritual:
Dios tiene misericordia aun de los que viven según la carne, pero solo los nacidos según la promesa son herederos espirituales.
Aplicación contemporánea:
La gracia común de Dios sostiene a todos, pero solo quienes han nacido del Espíritu participan de la herencia eterna (Jn 3:5–6).
Ejemplo:
Así como Ismael tuvo su sustento físico, muchos tienen bendiciones materiales, pero la vida eterna solo la disfrutan los hijos de la promesa.
🔹 5. Los dos hijos: Dos naturalezas en el creyente
📜 Gálatas 4:28–31
“Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa… De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.”
Análisis:
- En cada creyente hay una lucha entre el viejo hombre (Ismael) y el nuevo hombre (Isaac).
- Solo uno debe gobernar: el nacido del Espíritu.
Principio espiritual:
No podemos vivir bajo la ley (esfuerzo, culpa, mérito) y la gracia (fe, libertad, dependencia) al mismo tiempo.
La madurez espiritual ocurre cuando Isaac crece y Ismael es echado fuera.
Aplicación contemporánea:
El creyente maduro no se apoya en sus obras, sino en la gracia. Vive en libertad, no esclavitud. Sirve a Dios no por obligación, sino por amor.
🌿 CONCLUSIÓN GENERAL
Mensaje central:
El conflicto entre Ismael e Isaac ilustra el conflicto interno entre la carne y el Espíritu.
La ley y la gracia, el esfuerzo humano y la fe en Dios, no pueden coexistir. Solo los nacidos del Espíritu disfrutan de la herencia y la libertad que hay en Cristo.
📜 Bosquejo resumido:
Tema: “Las dos naturalezas en el creyente: La carne y el Espíritu”
Texto: Génesis 21:9–21; Gálatas 4:21–31
| Puntos | Enseñanza | Aplicación Contemporánea |
|---|---|---|
| 1. Dos mujeres, dos métodos | La carne busca ayudar a Dios; la fe espera en Él | La iglesia debe depender del Espíritu, no del esfuerzo humano |
| 2. Dos hijos, dos naturalezas | La carne se burla del Espíritu | El creyente debe resistir su vieja naturaleza |
| 3. Dos destinos, una elección | La carne debe ser echada fuera | No se puede vivir bajo la ley y la gracia a la vez |
| 4. Dos resultados | Dios es justo con todos, pero solo los hijos de la promesa heredan | Vivir por el Espíritu es vivir en libertad y herencia |
El apóstol Pablo, con su agudeza rabínica y su iluminación divina, usa esta misma historia para ilustrar verdades fundamentales sobre la gracia y la ley, la libertad y la esclavitud.
Analicemos Génesis 21:9-21 a la luz de las «dos naturalezas» que Pablo expone en Gálatas 4.
Génesis 21:9-21: Las «Dos Naturalezas» en la Narrativa
Aquí, la historia bíblica nos presenta, de manera narrativa, lo que Pablo luego sistematizará teológicamente. Vemos la tensión inherente entre:
- Ismael (el «hijo de la esclava,» concebido según la carne): Representa el intento humano de «ayudar» a Dios a cumplir Sus promesas, es decir, el esfuerzo humano, la ley, las obras.
- Nacimiento: No por la promesa divina, sino por el arreglo humano y la capacidad natural (aunque con intervención divina para la concepción, la idea original fue de Sara). Es el fruto de la «carne» o el esfuerzo humano.
- Comportamiento (v. 9): «Se burlaba» (o «jugaba,» «hacía fiesta,» pero en un sentido malicioso o de desprecio) de Isaac. Esta burla no es inocente; es la manifestación del conflicto inherente entre lo que nace de la carne y lo que nace del Espíritu. Hay una hostilidad natural.
- Destino (vv. 10-14): Expulsado. Sara exige su partida. Dios mismo lo aprueba porque «el hijo de la esclava no ha de heredar con el hijo de la libre.» Es una separación necesaria para preservar la herencia de la promesa.
- Provisión (vv. 15-21): A pesar de la expulsión, Dios no lo abandona completamente. Oye su voz, abre los ojos de Agar, y se encarga de él, incluso prometiendo hacerlo «una nación grande.» Esto muestra la gracia común de Dios, que bendice a todos los hombres, pero no es la bendición del pacto de la promesa que lleva a la salvación. Es una promesa de prosperidad terrenal.
- Isaac (el «hijo de la libre,» concebido según la promesa): Representa la obra de Dios, la gracia, la fe.
- Nacimiento: Por intervención milagrosa de Dios, según Su promesa y fuera de la capacidad natural de Sara. Es el fruto del Espíritu, de la fe en la Palabra de Dios.
- Propósito: Es el heredero de la promesa divina, a través de quien vendría la simiente mesiánica. Su existencia es una prueba de la fidelidad de Dios.
- Conflicto: Sufre la burla del «hijo de la carne.» Este conflicto es inevitable.
Gálatas 4:21-31: La Interpretación Alegórica de Pablo
Pablo toma esta narrativa de Génesis y la convierte en una poderosa alegoría para los gálatas que estaban siendo tentados a volver a la ley y a las obras para su salvación.
- Agar (la esclava) y su hijo Ismael (concebido según la carne) – Representan la Antigua Alianza (la Ley de Sinaí) y la esclavitud:
- «La que da hijos para esclavitud; ésta es Agar» (v. 24).
- «Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud» (v. 25).
- Pablo argumenta que buscar la justificación por la ley es volver a la esclavitud, a la dependencia de los esfuerzos humanos. Aquellos que confían en sus obras son «hijos de la esclava.»
- El conflicto (la burla de Ismael a Isaac) es el conflicto entre los que confían en la ley y los que confían en la gracia. Los legalistas persiguen a los que viven por la fe. «Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora» (v. 29).
- Sara (la mujer libre) y su hijo Isaac (concebido según la promesa) – Representan la Nueva Alianza (la Gracia) y la libertad:
- «Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre» (v. 26).
- Sara representa la libertad de la promesa, la justificación por la fe, el nuevo pacto en Cristo.
- Nosotros, los creyentes, somos «hijos de la promesa, como Isaac» (v. 28). No nacemos por nuestra capacidad o esfuerzo (por la ley), sino por la obra milagrosa de Dios, por Su gracia, a través de la fe.
- El destino final: «Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no heredará con el hijo de la libre» (v. 30). Esto significa que la ley y las obras no tienen parte en la herencia de la salvación; la herencia es solo para los que son hijos de la promesa, por fe.
- «Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre» (v. 31). Esta es la conclusión triunfal.
Las «Dos Naturalezas» en Nuestra Vida Contemporánea:
Como pastor rural, he visto cómo estas verdades se manifiestan constantemente:
- La Lucha Continua contra el Legalismo (Ismael en nosotros): Incluso después de creer en Cristo, la «naturaleza de Ismael» (la tendencia a confiar en nuestras propias obras, en nuestras buenas intenciones, en el cumplimiento de rituales para sentirnos aceptados por Dios) sigue acechando.
- Se ve en la gente que piensa que debe «ganarse» el favor de Dios o su salvación.
- Se manifiesta en la culpabilidad excesiva por fallas, olvidando el perdón en Cristo.
- Se aprecia en la comparación con otros creyentes, juzgando su espiritualidad por «cuán bien» guardan ciertas reglas o tradiciones.
- ¡Debemos recordar que somos hijos de la libre! No estamos bajo la esclavitud de la ley para nuestra justificación.
- La Libertad y el Gozo del Espíritu (Isaac en nosotros): La vida cristiana verdadera es una vida de libertad gozosa en la obra consumada de Cristo.
- Somos herederos por la promesa de Dios, no por nuestros méritos. Esto nos libera de la carga de «ser suficientemente buenos.»
- Nos permite servir a Dios por amor, no por obligación o miedo al castigo.
- Nos da una identidad segura en Cristo, no basada en nuestro desempeño.
- Esta es la «risa» de Sara, el gozo de saber que es Dios quien lo ha hecho, no nosotros.
- El Conflicto Inevitable (Burla de Ismael): El «hijo de la carne» (sea en otros o en nosotros mismos) siempre se burlará o se opondrá al «hijo del Espíritu.»
- Los que buscan la justificación por obras a menudo critican y persiguen a los que predican la gracia pura.
- Nuestra propia «vieja naturaleza» lucha contra el Espíritu Santo.
- Debemos estar preparados para este conflicto, sabiendo que la victoria final es de la promesa.
- La Necesidad de «Echar Fuera a la Esclava»: Esto no significa ser irrespetuoso o cruel, sino una firmeza doctrinal. Significa rechazar categóricamente cualquier intento de mezclar la gracia con las obras para la justificación.
- Debemos proteger la pureza del evangelio.
- Debemos asegurarnos de que el mensaje de salvación sea solo por fe en Cristo.
- Esto es fundamental para nuestra libertad y nuestra herencia espiritual.
En resumen, la narrativa de Génesis 21:9-21, a través de la lente de Gálatas 4, es un poderoso recordatorio de que somos hijos de la promesa, no de la ley. Nuestra herencia no proviene de nuestros esfuerzos, sino de la gracia soberana y milagrosa de Dios. Y esa verdad debe moldear nuestra predicación, nuestra enseñanza y la forma en que vivimos cada día. ¡Somos libres en Cristo!