Dios no responde a nuestro pecado con más pecado, sino con amor, gracia y misericordia a través del sacrificio de Jesucristo. La cruz es el ejemplo supremo de vencer el mal (nuestro pecado y la justicia divina que demandaba castigo) con el bien (el amor incondicional y el sacrificio redentor de Jesús). La entrega del cuerpo y la sangre de…